Hace más de un año que publiqué mi última receta, y desde entonces he pasado muchos ratos en la cocina haciendo dulces que no han visto la luz, no porque no fueran buenos, sino porque no he tenido tiempo de hacer las fotos y publicar la receta.
Pero eso se ha acabado, a partir de ahora voy a publicar lo que sale de mi horno así ya no habrán excusas para no hacer la merienda del domingo en casa.
La receta de estos cupcakes ha sido un poco improvisada, he utilizado mi receta base para bizcochos y le he añadido un chorrito de café. Salen muy esponjosos, demasiado para ser un cupcakes, pero es que en casa no gustan cuando son más densos.
El frosting es de nata y mascarpone y tengo que decir que la consistencia es perfecta para decorar con manga y boquilla y el sabor es mucho más bueno que la típica buttercream ya que no lleva mantequilla.
Y dicho esto, vayamos con la receta:
(Salen aproximadamente 28 cupcakes)
Para el cupcake:
- 4 huevos
- 160gr. de azúcar (100gr. azúcar moreno + 60gr. azúcar blanquilla)
- 50ml. de aceite de girasol
- 100ml de leche
- 200grs. de harina
- medio sobre de levadura (aprox 7grs.)
- dos cucharadas de café o café soluble (para intensificar más el sabor, se puede añadir más cantidad de café e incluso un chorrito de amaretto que yo no puse porque no tenía).
- una cucharadita de esencia de vainilla
Para el frosting de mascarpone:
- 200ml de nata (aproximadamente ya que yo lo hice a ojo)
- azúcar glass al gusto
- una tarrina de queso mascarpone
Para la decoración:
- Cacao en polvo
Preparación:
Precalentar el horno a 150º
Primero, hacemos un café expreso y lo dejamos enfriar, saltar este paso si le vamos a echar café soluble en polvo.
Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas con 60 gramos de azúcar blanquilla hasta que blanqueen. Después se añada el aceite de girasol y se integra con unas varias manuales o una espátula. Seguimos con la leche y la esencia de vainilla.
Mezclamos la harina con la levadura en polvo y la echamos con nuestra mezcla de yemas tamizándola previamente.
A parte, montamos las claras con un poquito de sal y unas gotas de limón. Cuando estén medio montadas, se le añade el azúcar moreno y seguimos hasta que alcance el punto de nieve. Sabremos que están listas cuando al girar el bol, las claras no se caigan.
En este momento yo le añado el café y rectifico de harina si lo veo necesario. También echaremos el licor si queremos darle un toque más auténtico.
Ahora es el momento de incorporar las claras a la mezcla. Es importante hacerlo delicadamente y de forma envolvente; eso quiere decir moviendo la espátula como si dibujáramos una J. Esto lo hacemos para que no se nos bajen las claras y perdamos esponjosidad en el bizcocho.
Ahora solo nos queda poner las cápsulas para cupcakes en nuestro molde y rellenar. Yo lo hago con ayuda de una cuchara para helados, así tengo la medida para que me queden todos iguales. Con una carga es suficiente.
Los horneamos durante 20-25 minutos a 150º aproximadamente. Pinchar con un palillo y si sale limpio, nuestro cupcakes ya están listos.
En cuanto salgan del horno, pinchar varias veces cada cupcake con un palillo y pincelar con más café.
Traspasarlos a un rejilla y dejar que enfríen.
Para hacer el frosting, batimos la nata con el azúcar glass y cuando haya montado le añadimos el mascarpone. Cuidado si no utilizáis nata vegetal que no se corte por un exceso de batido.
Poner el frosting en la manga pastelera y decorar a nuestro gusto. Espolvorear con cacao en polvo.
¡Buen provecho!